Perdió sentido el día y su brillo
la noche y su misterio.
Perdió sentido el silencio del olvido
y el ruido de momentos.
Perdió sentido la magia y su fantasía
la realidad y sus mentiras.
Perdió sentido el encanto de su risa
y el embrujo de sus ojos.
Perdió sentido su cuerpo y su perfume
su amor y sus pasiones.
Perdió sentido su engaño y traición
mi furia y mi locura.
Perdió sentido su lujuria sin frenos y
mi pasión sin remedio.
Perdió sentido su cadáver en mi cama
y su sangre en en mi y en el piso.
Perdió sentido el homicidio y el motivo
su grito ensordecedor, mi mano y el cuchillo.
Perdió sentido su rostro asfixiándose
y sus uñas arañándome.
Perdió sentido su suplicio
y su piel desgarrándose.
Perdió sentido el cuchillo
y su cuello desangrándose.
Perdió sentido su cuerpo desfigurado
y su bello cabello dorado.
Perdió sentido las agujas en sus ojos
y en su cuerpo entero.
Perdió sentido nuestro cuarto teñido de rojo
y su cadáver pudriéndose poco a poco.
Perdió sentido las miradas de horror
y de miedo de los sujetos de afuera.
Perdió sentido este lugar con sus
cuatro paredes blancas.
Todo eso para mi ha perdido sentido,
que ellos creen con derecho de ponerme
una camisa de fuerzas.