Frases cortas

El hombre en su esencia no debe ser esclavo, ni de si mismo ni de los otros, sino un amante. Su único fin está en el amor.

Hemos sido llamados al concierto de este mundo para tocar de la mejor manera posible nuestro instrumento.

La patria no es la tierra. Los hombres que la tierra nutre son la patria.

La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.

Cuando somos grandes en humildad, estamos más cerca de lo grande.

Los vencedores no son aquéllos que están siempre aferrados a sus bienes; ni los que se pasan la vida rezando con las cuentas secas del deber; son aquéllos que aman porque viven, y vencen de veras porque de veras se dan; los que aceptan el dolor con toda su alma y con toda su alma separan el dolor; los que crean porque conocen el secreto de la única alegría, que es el secreto del desprendimiento.

Aunque le arranques los pétalos, no privarás de su belleza a la flor.

La poesía es el eco de la melodía en el universo, en el corazón de los humanos.

Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.

Leemos mal el mundo y decimos luego que nos engaña.

La verdad no está de parte de quien más grite.

Tu no ves lo que eres, sino su sombra.

Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.

La tierra es insultada y ofrece las flores como respuesta.

La vida es la constante sorpresa de saber que existo.

Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que dios todavía no ha perdido la esperanza en los hombres.

Hacer preguntas es prueba de que se piensa.

Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando.

La fe es el pájaro que canta cuando el amanecer todavía está oscuro.

Qué fácil es empujar a la gente, pero qué difícil es guiarla.

Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.

A veces nos dirigimos a dios mendigando un poco de alegría y otras veces le brindamos nuestra propia alegría. En tales momentos nos hallamos más cerca de Él, porque no es nuestra necesidad, sino nuestra alegría lo que hacía él nos empuja.

Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida, la muerte canta noche y día su canción sin fin.

El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.

Es fácil hablar claro cuando no va a decirse toda la verdad.

¡He perdido mi gotita de rocío! Dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.

La poesía es el eco de la melodía del universo en el corazón de los humanos.

No basta compartir las ideas con el prójimo; se ha de compartir la vida.

No es tarea fácil educar jóvenes, adiestrarlos, en cambio, es muy sencillo.

¿Qué quiere decir fama? ¿Se siente el río, la espuma? Pues la fama es espuma en la corriente de la vida.

Vivimos en el mundo, cuando lo amamos.

El hombre que ha de mendigar amor es el más miserable de todos los mendigos.

El hombre es un niño: su poder es el poder de crecer.

El arco dice bajito a la flecha, al despedirla: tu libertad es mía.

Sobre las olas de la vida, en el vocerío del viento y del agua, el pensamiento del poeta está siempre flotando y bailando.

Cuando sonrió el hombre, el mundo lo amó. Cuando rió, le tuvo miedo.

Ambiciona honor, no honores.

¿Estás triste? Busca a otra persona triste y consuélala: encontrarás la alegría.

Si cierras la puerta a todos los errores, dejarás afuera a la verdad.

Bendito aquel cuya fama no hace palidecer el brillo de la verdad.

Y al partir serán estas mis últimas palabras: me voy, dejo mi amor detrás.

Déjame sólo un poco de mí mismo para que pueda llamarte mi todo.

Llevo dentro de mí un peso agobiante: el peso de las riquezas que no he dado a los demás.

¡Qué pequeña eres, brizna de hierba! Sí, pero tengo toda la tierra a mis pies.

El amor es el significado ultimado de todo lo que nos rodea. No es un simple sentimiento, es la verdad, es la alegría que está en el origen de toda creación.

Y la alegría está en todas partes,está en la verde cubierta de nuestro planeta,en la azul serenidad del cielo,en la temeraria exuberancia de la primavera,en la severa abstinencia del gris invierno,en la carne viva que anima nuestro cuerpo,en el perfecto equilibrio de la figura humana, noble y bien parada,en el vivir,en el ejercitar nuestros poderes,en el aprender,en el luchar el mal... La alegría está en todas partes.

He comprendido que la verdadera fe está en donde está el hombre y el amor. Viene de la mujer en su abnegada maternidad y vuelve a ella en sus hijos, desciende con el regalo del que da y se abre en el corazón del que acepta.

La verdad no está de parte de quién grite más.

Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.

Convertid un árbol en leña y podrá arder para vosotros; pero ya no producirá flores ni frutos.

Dormía..., dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Me desperté y vi que la vida no era más que servir... y el servir era alegría.

Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.

El benefactor llama a la puerta, pero el que ama la encuentra abierta.

La verdad levanta tormentas contra sí que desparraman su semilla a los cuatro vientos.

La fe engaña a los hombres, pero da brillo a la mirada.

El que se ocupa demasiado en hacer el bien no tiene tiempo de ser bueno.

Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.